DISTRIBUIMOS CON ARCADIA LIBROS S.L. PARA TODO CASTILLA Y LEÓN

Hemos dado un salto importante, y es que a partir de este mes de abril vamos a distribuir con Arcadia Libros, distribuidora que sirve a las librerías de Castilla y León de manera preferente, y que puede atender las demandas del libro para el resto del país, incluso del mundo.

No me he podido resistir, entre otras cosas porque últimamente me llegaban varios mensajes de librerías de Valladolid que me solicitaban el libro, lectores de otros lugares de la geografía española; y yo, superado por el tiempo y los deseos cotidianos, no he podido atenderles como se merecían. Con esta decisión cierro una pequeña etapa, pido ayuda a profesionales como son los de Arcadia Libros, y me evito repartir libros por las librerías. Dejo el oficio de distribuidor.

Es una etapa nueva, ni más ni menos.

Hasta ahora las librerías de Valladolid, donde he distribuido personalmente, me han tratado muy bien. Realmente, los libreros son los que están cerca de los lectores, saben lo que pide la gente, escuchan y atienden lo mejor que pueden las necesidades de sus clientes. Viven de ellos, y conocen su oficio. Un oficio, por cierto, más duro y complicado de lo que parece, además de un oficio con vocación.

Muchos libreros aman los libros, los buenos libros. Tiene que vender y vivir, lógicamente, pero eso no quita, que prefieran vender una buena novela antes que una mala. Se entretienen clasificando, ordenando, revisando… para luego recomendar al lector, a veces impaciente y desorientado, la mejor posibilidad. Su riesgo es «mantener» un libro mucho tiempo, a sabiendas de que es bueno, con la duda de si se venderá o si lo tendrá que almacenar en la estantería durante años. De ahí que algunos libreros apenas arriesguen manteniendo libros, cambian cada tres meses las novedades y no se casan con nadie: intentan sobrevivir como pueden. Otros, por el contrario, arriesgan y apuestan por aquellos libros que saben que son buenos, que les gusta venderlos, por la razón que sea, y que ofrecen desde sus expositores incansablemente, aunque se vendan menos que los salvíficos best-seller de turno. Todos ellos tienen mi reconocimiento, porque ninguna de las dos posturas es fácil de tomar cuando se juega con lo de comer.

Muchos libreros sobreviven gracias a las abundantísimas ventas que hacen en Navidad, donde regalar un libro sigue siendo una buena idea. También tienen otros periodos buenos, como el mes de abril, gracias al Día del Libro, 23 de abril, y las Ferias del Libro. Pero hay otros meses donde las librerías están vacías. Días donde no entra nadie, o casi nadie, porque llueve, porque hace frío, porque en enero las rebajas no llegan a los libreros. Da igual, porque gestionar un negocio siempre es duro y difícil, y cuando ves que no vendes, te desesperas.

La excusa actual del negocio editorial y librero es el libro electrónico, pero la experiencia nos va diciendo que tienden a convivir los dos formatos. Los lectores que viajan, de grandes ciudades preferentemente, y que hacen horas de metro y autobús, prefieren libros electrónicos, pero suelen descargarlos piratas. De ahí que las plataformas de libros electrónicos no terminen de despuntar en España, y escojamos plataformas extranjeras tipo Amazon. Pero incluso en esos ámbitos de trasporte público, son muchos  los que prefieren libros impresos. Abundan los lectores que se resisten a la electrónica, aunque ocupen sitio en casa y se acumulen. Según los estudios estadísticos, la gente que usa formato electrónico, suele alternar los formatos de manera natural, según apetencias o disponibilidades. Así que no hay por qué asustarse ni ser catastrofista, porque los libros y los escritores seguirán existiendo a pesar de las dificultades y de los problemas. Y me fijo en lo segundo, por la crisis más que nada.

Todos vivimos cerca de algunos lugares donde tal o cual librería ha desaparecido. Porque no es un buen negocio, porque cuesta mantenerlo, porque en España no se lee. Editamos mucho, tiradas cada vez más cortas, pero leemos poco. Supongo que el buen tiempo ayuda a que la gente prefiera salir de cañas que quedarse en casa leyendo, pero la realidad en España habla de menos librerías, más libros y menos tirada. El problema es que el número de lectores no crece, y sin lectores no hay ni librerías, ni distribuidoras, ni editoriales. Quedarán los escritores, aislados y reducidos a la autopublicación o al ámbito local o regional, que es donde me muevo.

Es curioso que en el mundo de la globalización, no exista, por ejemplo ninguna distribuidora de ámbito nacional siquiera. Y es que distribuir es caro, lo más caro y costoso del proceso, además de escribir supongo.

Durante estos meses he aprendido mucho del negocio. Pero no es mérito mío. Me han ayudado algunas librerías, me han animado y he firmado libros con ellos. He preguntado y me han respondido. Me he sentido apoyado, incluso admirado y reconocido, y eso se agradece. Ser librero es algo más que un oficio o una profesión. Y les doy las gracias.

2 comentarios en “DISTRIBUIMOS CON ARCADIA LIBROS S.L. PARA TODO CASTILLA Y LEÓN

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