Comentario del autor

«… la tercera parte es la parte del héroe, cuando se levanta de su caída y toma de nuevo las riendas de su vida. Han pasado catorce años desde el final de la segunda parte y Fernando, nuestro personaje principal, tiene que resolver todo lo que está pendiente.»

«Los finales de las historias no tiene por qué ser necesariamente felices y gozosos para el lector. Tampoco desagradables. En el caso de Los caballeros tuve claro desde el principio que la novela debía terminar con la erección del Monasterio de Santa María la Mayor de Valladolid, fundado por el Conde Ansúrez e inicio de la ciudad de repoblación. Un acontecimiento que fue una fiesta. Es curioso que la ciudad fuera sede de la Corte pocos años después, siendo lugar de nacimiento de Felipe II. Pasó de la nada, de ser una aldea, a convertirse en una de las ciudades más importantes del mundo. Por eso, que terminara la trilogía en mayo del año 1095, se convirtió, al menos para mis adentros, en un homenaje para la ciudad en la que vivo desde hace décadas».

«La madurez es lo más relevante de la tercera parte. Sobran los comentarios ante esta cuestión. Los personajes han madurado con la vida y toman las decisiones que deben tomar. Supongo que tiene vida propia, y por eso gustan al público.»

«¿Habrá una cuarta parte? Es algo que pensé en su momento. De hecho, los Caballeros estaban pensados para cinco libros. La siguiente correspondería a la aventura de Ansúrez en Cataluña, en el condado de Urgell; y la última trataría de la muerte y el final de los personajes, con el episodio de Alfonso el Batallador. Quizá algún día lo intente, de momento, la trilogía pienso que está completa, que está bien como está.»

Antonio J. López Serrano