Comentario del autor

«A mi juicio, la segunda parte es la más dinámica, la más viva de todas. Aparte de que se narran los acontecimientos históricos más interesantes, como fue la lucha fratricida entre Sancho II de Castilla, Alfonso VI de León y García de Galicia, Lealtad y promesa recoge la complejidad de la vida y las grandes decepciones que uno sufre a causa de la realidad. Quizás por eso, la segunda parte de LOS CABALLEROS DE VALEOLIT fue la que más que costó escribir. De hecho, rehice la trama tanto de la segunda y la tercera parte varias veces, porque no me acababa de convencer. Al final conseguí una novela más juvenil, más de aventuras y con menos sosiego que lo que resultó la primera parte».

«Narrar una parte histórica tan conocida como el cerco de Zamora, por ejemplo, e incorporar los personajes ficticios interactuando con los reales no me resultó muy complicado. Quizás al principio me diera cierto reparo, pero en el momento en que un personaje de ficción está construido correctamente, actúa de manera natural y se desenvuelve en la trama sin sobresaltos, empieza a molestar. El problema que aflora es que el personaje se rebela, tiene vida propia y que no quiere hacer lo que el escritor le manda. Es un conflicto frecuente cuando los personajes son potentes. Es entonces cuando hay que acomodarlo lo mejor posible a los hechos reales de la historia, a los que uno imagina que sucedió y cómo sucedió. Supongo que no es fácil lograrlo, pero creo que cuando la gente me pregunta si tal o cual personaje existió o no, es porque lo he logrado».

Antonio J. López Serrano