Regalar condones no es educación sexual.

Hace años salió un estudio de un señor de la Universidad de Harvard que afirmaba que había una relación directa entre las campañas pro-preservativo y el aumento de embarazos no deseados de un pais, incremento del sida, enfermedades de trasmisión sexual (ETS) y aumento del número de abortos. Por mucho que se hicieran campañas queriendo educar los comportamiento sexuales y éticos de los jóvenes, en realidad lo que querían era regalar condones (debe ser un negocio más rentable que vender libros).

Y claro, como aumentaba proporcionalmente el número de relaciones sexuales irresponsables (eso que todos conocemos como la promiscuidad) pues ahí estaba el negocio para las empresas del sector. Más promiscuidad, más relaciones, más irresponsables dándole a la cadera, más embarazos. Eso justificaba que los ideólogos del tema alimentaran que se tuvieran que regalar más condones, más campañas para gastar pasta, más condones vendidos, más promiscuidad, más irresponsables pensando que no hay que reprimirse, etc. Pero al final todo parece que se ha descontrolado: más violaciones, más abortos y más adictos a la pornografía. A nadie se le ocurre decirle a un pimpollo de estos que no folle, porque se te ríen en tu cara.

Los datos sobre pornografía lo confirman. Llamo la atención que los 11 años es la edad promedio que un niño ve pornografía por primera vez. ¡Viva la Pepa! Esto hay que agradecérselo a los que han hecho ingeniería social durante estos últimos años en el mundo (casualmente suelen criticar mucho a la Iglesia y a las religiones… ), pero un poquito de autocrítica y humildad no les vendría nada mal.

La verdad es que la liberación sexual que preconizaban los listillos y listillas de los años 60 del siglo pasado han logrado en muy poco tiempo descomponer la afectividad humana y su sexualidad En realidad decían que por culpa de la represión de la iglesia – ¡Ven Señor, no tardes! – había violaciones, desequilibrios sexuales y una cantidad de enfermedades mentales castrantes para la humanidad en su conjunto; y que la sexualidad vivida con naturalidad lograría equilibrar y armonizar la vida de las personas. Decían que había que liberar a las mujeres de sus represiones, y obligarlas a liberarse para que tuvieran una vida sexual sana y controlada. O sea, que se pusieran a cuatro patas, que se formaran grupos de intercambio de parejas, que había que disfrutar después de siglos de represión haciendo cosas raras.

Fue entonces cuando llegó el destape, el erotismo, las tías enseñando las piernas, las tetas y el culete con morritos tipo BB. Aquella primera liberación sexual consistió en convertir a la mujer en el icono más humillante de la historia. Si se vendía un coche había que mostrar a una tía en pelotas dentro del coche, y si tenía que fregotear la casa, la madame lo hacía en minifalda. Solo los reprimidos miraban, claro. El resto de la especie humana se estaba esclavizando en una sexualidad burda y facilona. Las páginas centrales de algunas revistas eran fundamentales para que el resto de la revista ganara en credibilidad, supongo. La liberación fue un desastre incluso al principio, aún así siguieron prometiendo la felicidad al hombre.

Ahora la liberación sexual consiste en que tenemos a los niños a los 11 años consumiendo pornografía. Una práctica, la de la pornografía, que es altamente adictiva, y no me lo invento, simplemente reproduzco lo dicho por expertos en adicciones. Es decir, nos están convirtiendo en animales, no solo con el animalismo ideologico, sino con la reducción mental y espiritual a la que estamos sometidos usted y yo. Menos Dios y menos religión, y más sexo. ¿No lo ha notado?

Pretendían el equilibrio y la liberación, el fin de las represiones humanas y han logrado lo contrario, más desequilibrado sexual, más adicciones y una sed incontrolada de buscar el placer sexual de manera constante. La liberación sexual ahora, siglo XXI, consiste en que tengo que dejarme dar por culo por mi novio, porque si no me abandona. Esa es la sexualidad de nuestros jóvenes, tan listos y tan adultos. Los tíos matándose a pajas con la pornografía internáutica, y las tías entrando por el aro, porque están condenadas a vivir con la generación más esclava de la historia de la humanidad. Esa es la liberación.

Eso sí, los sabios que nos han desorientado sexualmente en los últimos sesenta años, siempre han querido hacernos un favor, y para eso nos educaban, educación sexual, chicos. Hoy toca el punto G.

Realmente, y me dejo de ironías, la educación sexual en España siempre ha sido algo deficitaria. Recuerdo cuando yo tenía 14 años que vino un señor a clase que decía ser médico y que nos contó un montón de entresijos sobre la anatomía humana. Ya está. Ni una palabra sobre anticoncepción, cosa que agradezco profundamente, porque no potenció que nos arriesgáramos. Un amigo mío le hizo la pregunta del millón, que si nos iba a explicar lo de las posturas y eso. Se echaron a reír, y no. Que cada uno haga lo que pueda respetando al otro. Y estupendo. Lo mejor que podía habernos dicho. Desde luego no vino ningún cretino a regalarnos condones diciendo que fuéramos muy felices (ahora es lo que hacen), ni una vendedora de marcas «clean» regalando tampones y compresas a las chicas contando que no pasa nada, y que no huele ni traspasa (lo han hecho durante muchos años para conseguir clientela).

Vivo en un país, y supongo que un mundo, donde la educación sexual se tiende a confundir con regalar condones. Por eso las cosas hay que ponerlas en su sitio. En realidad, si hablas de educación de comportamientos, tendrás que hablar de la reflexión que trata el comportamiento, o sea la ética.

La ética clásica kantiana alude a la necesidad de tratar al otro como si fuera un fin en sí mismo, de darle una dignidad, el cristianismo y su ética hablan de amar al prójimo, de procurarle el bien. La educación sexual debería hablar de autocontrol, de represión ante los impulsos, de dominio de la persona en aras de una decisión y una entrega al otro. Las ciencias experimentales han sido las encargadas de educar durante muchos años, pero ellas no hablan de autocontrol, ni de entrega, ni de amor gratuito. Me refiero a la psicología, sexología, sociología y demás mandangas, que con sus sabios consejos han logrado que aumenten las Enfermedades de Transmisión Sexual, el número de abortos y la infelicidad entre las clases populares.

– Regalamos condones y luego resulta que no los usan.

Solo un tarado puede pensar que está «solo» regalando condones. ¿No ves que estás diciendo que no pasa nada, que es divertido y que es un juego? Es potenciar la irresponsabilidad, dejar la educación sexual en manos de gente que no tiene ninguna ética. ¿Qué sexualidad va a educar un señor que ve pornografía por la tarde en su casa y que va por la tercera  pareja? Les dirá lo que hace él. Aquí van los datos.

O sea, que tras años y años desorientando la sexualidad de las personas, haciendo que la gente sea más promiscua e infeliz (más enfermedades y más aborto), supongo que habrá que decir que podemos educar la sexualidad de otra manera.

En realidad sí hay otra manera, la que propone la Iglesia desde hace siglos (la gran enemiga demonizada de todos estos liberadores). Más fidelidad, más amor, más respeto, más continencia, más castidad, más autocontrol, más encuentro, más diálogo, más mirar a los ojos al otro. Porque para tener sexo, primero hay que mirar al otro y quererlo tanto como la propia vida. Eso es sexo. Que nos lo enseñen, por favor.

2 comentarios en “Regalar condones no es educación sexual.

  1. José Cervera

    Estoy de acuerdo con que es necesario comunicar a la juventud valores importantes y de arraigo. No me parece bien relacionar esa educación en valores con la represión, pues creo que produciría hipocresía y conflictos internos soterrados. Pero sí me parece muy oportuno el concepto de «autocontrol», porque tiene que ver con la parada en medio de la actividad frenética, sin dirección, sin sentido. Tiene que ver con la reflexión, la consciencia (darse cuenta), y la conciencia (moral). Enhorabuena, una vez más, por un gran artículo Antonio. Un abrazo.

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