
La muerte violenta de John Lennon en diciembre del año 80, en el portal de su casa en Nueva York, lanzó a la categoría de mito al carismático Beatle. Fue el primero en morir, y las masas, siempre necesitadas de símbolos y de referentes, convirtieron a John en un ejemplo de pacifismo y de lucha eterna. Más vale caer con gracia, que ser gracioso.
No pongo en duda que Lennon era un tipo genial, desde luego, o se le amaba o se le odiaba. Pero su muerte prematura eclipsó a George Harrison, el segundo Beatle en morir. Curiosamente, el que mejor y más brillante carrera musical hizo sin sus compañeros de fatigas y de éxitos.
Harrison era el más joven de los cuatro “fab four”. Quizás por eso, y quizás por el afán de protagonismo de Paul McCartney, y el carisma de John Lennon, lo eclipsaron como músico y como artista. No tengo dudas de que si los Beatles hubieran continuado, la siguiente década, la de los setenta, hubiera sido la de las canciones de Harrison. Siempre que le hubiera dejado Paul y John.
Ahora que se está proyectando el documental de Peter Jackson “Get back” de los Beatles, sobre los últimos días de creatividad del cuarteto, incluido su último concierto en la azotea, y dado que nuestro querido Harrison murió un 29 de noviembre del 2001, vale la pena recordar y hacer un homenaje al que, sin duda, ha hecho la mejor carrera musical sin los Beatles.
Lo que le convierte en el mejor exbeatle. Un saludo George.
George Harrison se unió a los Quarrymen — la banda de Lennon donde participaba Paul— gracias a la insistencia de Paul McCartney para que John lo aceptara en el grupo. John era tres años mayor, y eso, aunque no sea mucho decir, en la tierna adolescencia, es bastante.
Paul le sacaba tan solo un año; y Ringo, que llegó más tarde, contaba con la misma edad que Lennon. Es decir, George era el chico pequeño, y quizás por eso, fuera tratado con cierta condescendencia toda su vida por sus compañeros Beatles. Sus amigos habría que decir.
Hay muchos detalles y anécdotas interesantes de la vida de George con los Beatles, pero me quiero fijar en un par de detalles significativos que hablan por sí solos.
Harrison fue el que más sufrió la beatlemanía. Nunca la entendió. Le parecía que todo aquello era un locura. Chicas colándose en sus habitaciones, gente gritando hasta enloquecer, conciertos donde no eran capaces de escucharse a sí mismos. Fue el que más se hartó y más se distanció de los fans, a los que temía, e incluso detestaba. Lo pasó muy mal cuando asesinaron a John, y el mismo sufrió el ataque de un fan,cuchillo en mano y en su casa, dos años antes de morir de cáncer. Un perturbado lo hirió y el tuvo que defenderse con ayuda de su esposa Olivia. Algo más que un susto.
Los Beatles, llegado el año 1966, decidieron suprimir los conciertos en sus vidas. Harrison empezaba a odiar todo aquello. No le agradaba aquella locura que rayaba la estupidez colectiva, y Lennon lo respaldó. Había que parar todo aquello. Seguirían haciendo discos de estudio, y controlarían sus vidas. Aquel cambio supuso el principio del fin de los Beatles, pero también fue el fin de un ritmo de vida insoportable para Harrison y los demás.
Tras aquella decisión, los Beatles se convirtieron en otra cosa, y ellos mismos enterraron la beatlemanía para dejar paso a la banda más creativa y libre de la historia de la música reciente. Podían hacer lo que quisieran, y construir la música que les diera la gana. ¿Seguro?
No. No podemos faltar a la verdad. Harrison, no pudo hacer la música que quiso.
La sombra de los otros genios lo seguía eclipsando.
El segundo hecho en el que me fijo es que George fue el que más se distanció de la banda. Fue un buscador de sonidos nuevos.
En el año 66 se fue a la India con un gurú, y aunque sus compañeros de grupo lo acompañaron al principio, él perseveró. En el siguiente album, Revolver, Harrison incorporó los sonidos de aquel país en la música de los Beatles. Llegaba la experimentación, y fue de la mano de Harrison. El más innovador, que sin embargo, seguía siendo mirado con condescendencia por los demás.
George también construyó su propio estudio de música en su casa de Esher. Sabía hacerlo, pues había trabajado como aprendiz de electricista, y sabía experimentar mejor con sonidos nuevos, así como arreglar equipos de música. Harrison llevaba bien trabajados sus temas cuando llegaba al grupo. Pero eso no le valió.
Cuando el grupo se rompió en el año 70. George Harrison siguió intensamente en el mundo de la música. Trabajó y colaboró con los mejores músicos de entonces. Estaba interesado y era un buen compañero. Como dijo en más de una ocasión: Paul es insoportable en cualquier banda. Demasiado narcisista. En cambio John, era demasiado carismático como para que se hiciera la música que él pretendía.
En la práctica, aunque mantuvo la amistad con sus compañeros, terminó colaborando más con Ringo Start. También formó una banda extraordinaria, los Travelling Willburys con amigos como Bob Dylan, Tom Petty, Jeff Lynne, Roy Orbison. Compartió escenario con Eric Clapton y otros muchos.
George, además, sacó unos excelentes álbumes de música. Los mejores de los cuatro.
John apenas hizo unas cuantas canciones buenas hasta que murió asesinado: imagine, woman y un puñado más. Cinco o seis discos donde hay que saltar canciones. Paul McCartney tiene muchos discos, casi todos mediocres, con algunas canciones excepcionales. Tampoco demasiadas.
George, en cambio, goza de los mejores discos completos. Excelentes canciones, y ninguno defrauda.
Lo dicho, los mejores Beatles fueron Lennon y McCartney; pero el mejor exbeatle ha sido, sin duda, George Harrison. Fallecido hace 20 años.
Por cierto, la última canción de los Beatles fue grabada con la voz de John, años después de fallecer. Se incorporaron los otros tres para el album “anthology”. Real love. Amor real. Es la del vídeo que sigue.