Desde que se ha puesto de moda hablar en inglés, no hay mamá de cabroncetes escolares que no ande de cabeza, perdiendo los nervios y la salud, para intentar decir esqueleto, biceps y tábano en inglis. Son los nuevos tiempos. En lugar de enseñar lo que es una isla, una península, un olmo, una albufera y un dentista, ahora toca decirlo en inglés, que es la lengua de Shakespeare, y que ha vencido a los tontos nacionales por goleada. Island, cojones, island.
Como soy profe, sé de lo que hablo, así que voy a aclarar las cosas por si acaso. Un tonto que sepa inglés sigue siendo un tonto. De hecho, en Inglaterra hay verdaderos deficientes mentales que hablan inglés estupendamente, mejor que muchos españoles con años de bilingüísmo y esfuerzo a sus espaldas. Y es que el problema no es decir patochadas en inglés, sino NO decirlas en ningún idioma. Por eso, saber inglés nos prepara para ir a poner ladrillos a Manchester; pero saber inglés y latín, nos sirve para ir a Cambridge. Digo.
Algunos se piensan que porque sepan un idioma son unos sabios y que están cantidad preparados, y no. Simplemente saben inglés, se pueden comunicar con otras personas que sepan inglés, pero nada más. El inglés no es el bálsamo de fierabrás que todo lo cura, así que es mejor que pongamos las cosas en su sitio y no sigamos engañando a la gente, señores políticos defensores del bilingüismo. Si vas a emigrar, que sepas que en Alemania hay que saber alemán, no inglés; y en Francia francés. Todo muy lógico. Si sabes inglés te podrás comunicar con mucha gente que chapurrea el inglés como por aquí, suecos, noruegos y demás países con lenguas de poca proyección internacional. Todo el mundo lo medio habla mal, pero para decir lo que hay que decir, pues nos vale a todos. Otra cosa que es que quieras decir algo importante en inglés. Ahí es recomendable hablar bien y no cagarla. Es lógico. Si vas a China y sabes chino eres el rey del mambo pero ojo, porque hay muchos dialectos chinos en la gran China. Así que mejor búscate un buen traductor. No pasa nada que no sepas Chino. Aprende mejor las costumbres chinas, y ten un poco de educación y cultura general por si acaso, para no cagarla. Pero no te preocupes del idioma, y déjale el asunto al traductor, que para eso están.
Pero el tema que yo tocaba era el bilingüísmo, que es un asunto chungo donde los haya, porque afecta a la lengua vehicular en la que se van a desarrollar los conceptos básicos y elementales aprendidos en una escuela, llámese primaria o precámbrica. Para aprender ideas, a razonar y a pensar, nos basta con una lengua: la lengua materna. Da igual la que sea, pero que sea la materna, la que sabemos desde la cuna y con la que entendemos y nos abrimos al mundo. Esa lengua será la ideal para aprender lo elemental y básico de la cultura materna. En España es el castellano para la mayoría de la gente, pero también hay peña cuya lengua materna es el catalán, el gallego o el valenciano. Pues vale, no vamos a discutir sobre ese tema ahora.
Si uno pretende que otros aprendan un idioma (inglés, chino o alemán) recibiendo clases en ese idioma irán de cráneo, porque ni aprenderán la asignatura, ni dominarán el idioma. Como mucho, y digo como mucho, lo escupirán chapurreando malamente. Faltarán siglos para que sean capaces de dialogar con un señor de Liverpool, y lo pongo fácil, y menos aún entenderle. Por mucho que sepas decir «mortadela de aceitunas» en inglés, eso no es aprender un idioma. ¿De acuerdo papás y mamás?
Los padres que hace unos años se vieron impelidos a la secta del bilingüismo, ahora se hacen de cruces porque les toca dar clase-repaso (de todo lo que da en el cole en la lengua de la pérfida albión ) en casita y en castellano. Más nada para que no sean unos analfabetos, que es lo que intuyen los padres que son sus hijos. Y no se equivocan. Con el bilingüismo se corre el riesgo de ser analfabeto en dos idiomas, que ya es ser bruto. Bruto al cuadrado. La estafa ha sido gigantesca, porque tales alumnos carecen de los conocimientos de los que se suponen monolingües, excepto, eso sí en inglés, que parece que saben algo. Saben mucho menos, y se manejan peor en lengua, sociales, matemáticas o naturales en castellano. Lógico que no logren identificar mortadela con saussison, si es que no se parecen en nada. Salvo que te lo expliquen. Y mientras te lo explican te pierdes la lección del ibérico que sí la cuentan en la clase monolingüe. ¿Me siguen? Es que es muy clarito en tema, es un tema de prioridades. Unos pierden el tiempo aprendiendo el idioma, mientras que otros abundan en los contenidos mejorando su lengua y la comprensión de las cosas.
Pero rascando también encontramos que no, que no saben inglés. En realidad un idioma es una cosa más seria que manejar quinientos vocablos y soltarlos por aquí o por allá con unas estructuras gramaticales permanentes. En realidad un idioma es algo muy difícil de aprender, y bastante arduo de mantener y dominar, salvo que uno se traslade al país extranjero, incluso aún así, es complicado. ¿Me van a convencer de que un profe de matemáticas, de biología o de sociales que recibe un cursillo puede dar una clase en otro idioma? Seguro que no, aunque lo parezca.
Luego el chico llega a casa y te cuenta que qué es un oso pardo, porque él sabe decir bear yogui, y cosas por el estilo. Y el padre se echa las manos a la cabeza, y la madre empieza abrir el libro para reforzar al niño que no sabe nada.
Las autoridades educativas, esas que reinventan la educación cada siete años y nos ponen leyes orgánicas cada ocho, hace tiempo que babean ante los papis y las mamis que les pedían que toooodo fuera bilingüe. Craso error. En realidad el bilingüísmo es una consecuencia natural que viven de manera natural las personas cuyos progenitores hablan y conocen los dos idiomas. Aún así, si estudia en uno de ellos, el otro idioma perderá capacidad comunicativa como lengua vehicular, y necesitará reforzarlo. La gran ventaja es que conocen los dos idiomas de manera natural, pero la desventaja es que durante mucho tiempo ha podido tener problemas para manejarse bien en alguno de ellos. No en el habla coloquial, sino en el plano del aprendizaje de conceptos. Intentar que el chico sea bilingüe con unos padres monolingües es como perdirle al chico que lea cuando no hay un solo libro en casa. Igual hasta sale bien, pero como que no.
Los países que se manejan bien con el inglés no doblan sus películas, ni sus dibujos en la tele. Acostumbran el oído de pequeños, y no empiezan su inmersión linguística inglesa hasta los doce años, cuando todo lo básico se sabe en la lengua materna. Entonces se meten de lleno en el inglés, hasta dominarlo. Precisamente porque han entendido su propio idioma pueden acceder al idioma extranjero con garantías.
Termino. El otro día me dio la solución mi compañero de trabajo, desde esa fina ironía que me encanta. Un maestro de vocación, de los que sabe enseñar y entiende del tema: «Lo que no entiendo» – me dijo – » es por qué a ningún dirigente educativo no se le ha ocurrido dar cada asignatura en un idioma«. Y me sonreí. «Matemáticas en bielorruso, educación física en inglés, sociales en japonés, plástica en francés, naturales en chino y tecnología en alemán. Así aprenderían de ocho a nueve idiomas». Pues eso. Que no nos escuchen que nos copian la idea y nos hunden más la educación.
buen articulo
Gracias por leerme, un saludo
Da gusto ver al sentido común en acción y llamando las cosas por su nombre, Antonio. Pero ahora no sé si hartarme de reír o de llorar. ¡Qué lástima de chiquillos, de educación, y de España! Porque aquí agarramos una tontada y no la soltamos hasta hacernos campeones del mundo.
Un abrazo.
Gracias, un saludo a tu hermosa tierra.