El interrogante me encanta, más que nada porque como presupone la existencia de Dios, pues así nos ahorramos discutir sobre el manido tema de la existencia de Dios, que me aburre y me da fatiguita como pocos, la verdad. El interrogante que propongo, más interesante, creo yo, es sobre lo que debe pensar Dios de nosotros, y si somos la especie humana una mierda pinchá en un palo, o unos tíos fantásticos capaz de crear arte y de enamorarnos de la vida.
El asunto, dicho con letras y tono teológico, nos sumerge a lo bestia en una cuestión antropológica central: ¿ha sido adecuada la economía de salvación para unos tipos como los seres humanos? ¿Se ha equivocado Dios con nosotros? ¿Se ha hartado Dios del hombre y está a punto de mandarnos a la mierda? Desde luego en la Biblia no faltan textos que hablan de un Dios que está hasta las narices de la humanidad, y que se arrepiente de habernos creado. Extremos todos con los que estoy bastante de acuerdo, porque además de que hay mucha gente que hay que dar de comer aparte, hay otro tanto de peña que nace para engordar y morir a lo bobo mientras engulle basura televisiva con menos criterio que una vaca viendo pasar el tren. Vidas insulsas, vidas egoístas, vidas desperdiciadas, vidas atrapadas, vidas ridículas y vidas que no vale la pena vivir. Ahí Dios podría hacernos un favor y mandarnos un meteorito de esos que anuncian en las cadenas americanas, y que nos descuajeringue en un santiamén.
Pero Dios, y lo dice la Biblia, tiene un rollo bastante mas misericordioso que el mío, que juzgo con saña a buena parte de la humanidad porque me parecen unos inanes y unos comebellotas. Realmente vidas aprovechadas no hay demasiadas, vidas dedicadas a amar a los demás, dedicadas a rezar, dedicadas a estudiar, a leer, a amar, a crear vida, a crear arte, a transformar el mundo desde los valores evangélicos, hay poquitas. De hecho, tampoco yo daría la talla, por eso me exijo hacer algo mejor las cosas, y por eso pido a Dios que perdone mis pecados, mis muchos pecados. Pero ¿qué sucede con el que ni siquiera pide a Dios perdón, el que lo insulta, lo vitupera, y ejerce ideológicamente contra él? Imagino que si ha dedicado su vida a echar una mano a la humanidad, pues vale. Dice el Vaticano II que se salva el hombre que lo busca con sincero corazón, el que está tras la verdad, el que ama la ciencia y quiere hacer de la humanidad un mundo mejor. Ahí Dios, no es que tire cohetes, pero supongo que andará más contento. ¿Pero qué hacemos con tanta gente que solo se quiere a sí misma, que es egoísta hasta el extremo, que es mala con avaricia, que machaca y trepa por encima de los demás y que es mala hasta consigo misma? ¿Qué hacemos con la gente mala? Desde luego aguantarla, pero, ¿y Dios?
Me pregunto cómo estará ahora el kilo de misericordia por el cielo, aunque creo, por indicios varios, que Dios no está precisamente satisfecho con nuestra evolución. Incluso muchos piensan que vamos a peor. Mucha gente cree que Dios ha bajado el listón, y lo que se exigía en cuanto a pecados hace unos años, pues como que ahora se exige mucho menos. Es un Dios más abuelo que padre, y ya se sabe que los abuelitos lo consienten todo a los nietos. Esto es igual que en el cole, que los niveles bajan, por todo el mundo hace como que no pasa nada. De hecho, algunos teólogos dicen que no hay ni infierno ni diablo, y así es todo como más light y más fácil. ¿Pero es real esto? ¿Sigue siendo Dios el mismo o está cediendo a nuestro coqueteo con el mal?
Sin duda, catastrofistas nunca han faltado en el mundo, aunque ahora la mayoría de esta panda sean ecologistas, y nos digan que el planeta se va al pairo por culpa de los pedos de las vacas. Pero catastrofistas en plan religioso como que se lleva menos en Europa y más en América, donde hay telepredicadores dando la paliza a todas horas. Esos sí que se merecen algunos azotes celestiales. Me pregunto qué psicoanalista tendrá Dios para aguantar a tanta peña plasta, y no exterminar a tanto malo de bote y tanto pesado sobrevenido. Sin duda es misericordioso.
El tema se podría deslizar a la inteligencia de Dios. ¿Es Dios un tonto que no se entera de qué va nuestra movida? Porque para mucha gente los buenos son tontos, y los malos listos. Dios sería así un patán desinformado, y su hijo un bobolicón que se dejó atrapar y matar. Evidentemente, ésto, así dicho, a la teología no le ha interesado un pimiento, porque se despacha rápido: Dios es tan omnipotente como misericordioso, omnisciente los siete días de la semana, y salvo que queramos quedarnos con un Dios light (o sin Dios y perdidos), tendremos que aceptar el misterio de Dios. Y es que con el tema de Dios hay que ser serios, así que aclaramos: no estamos hablando del vecino del ático, un tipo listo con barba blanca, sino de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Algo más complejo y más allá del primer entendimiento humano.
Yo creo que si Dios no nos ha exterminado ya, es porque es misericordioso. Porque es bondad y está esperándonos, igual que se espera a una novia que llega tarde, porque el encuentro final sustituye todo lo demás. La paciencia todo lo alcanza, decía Santa Teresa, y Dios es el tío más paciente del mundo, porque para aguantar a su iglesia, hace falta algo más que dos tazas de tila.
Desde luego es más paciente que yo, que habría mandado a un tercio de la humanidad a Mercurio a tomar el sol, y a otro tercio a Neptuno a pasar fresquito. ¿El tercio restante? Pues eso. Usted y yo pidiendo misericordia. ¿Nos apuntamos?
Tenemos suerte, porque el Jefe lo comprende todo. Si no, qué sería de nosotros. Un abrazo, Antonio.
Pues sí, una gran verdad. Felices días santos. Un abrazo