
Nunca he querido encasillarme. Ni como escritor, ni como filósofo, ni como pintor, ni como proyecto de músico. Ni siquiera ideológicamente me considero de derechas, aunque coincida en unos cuantos de sus planteamientos. Quizás, en lo único que puedo definirme es como cristiano católico, aunque tampoco estoy demasiado en línea con el espiritualismo desencarnado que nos azota, ni en la propuesta de llenar el planeta de retoños simétricos sin ton ni son. Aunque peor sería dejarlo vacío y desértico.
¿Qué quieren que les diga? Soy un escritor off-side. Un profesor contestatario y una avispa molesta en el feliz discurso de lo correcto. En resumen: un tocahuevos, y para no pocos palmeros, un «fascista», pero me la suda. Provocador como Sócrates y Nietzsche, y llorón y sensible con lo que vale la pena. Respeto al que piensa distinto, cuando piensa; y huyo de la estupidez y sus eslóganes como de la peste. Lo cual me hace un tipo raro y distinto.
Precisamente, si algo tiene de bueno ser un escritor off-side es poder escribir lo que te dé la gana y cuando te dé la gana. Huyo de la escritura que funciona por encargo, que está obligada a darle a los lectores lo que les gustó una vez. No quiero escribir segundas partes por agradar, y tampoco me agrada escribir la misma novela una y otra vez, como hacen otros escritores de fama.
Por eso escribí TRAS EL CIELO DE URANO. Mi última novela publicada. Es un relato de ciencia ficción, pero no de fantasía; será la novela histórica que se leerá en el 2545; será la historia que recuerde a Colón llegando a un mundo nuevo. Es una historia de naves espaciales habitadas por colonos donde se aman y se odian, se sufren y se agotan.
Estaré en la Feria del Libro de Valladolid en la Caseta de Roel, el jueves día 10 de junio por la mañana firmando ejemplares para los que así lo deseen. Nos vemos.