La verdad es que estuve muy relajado y a gusto. Como no no podía ser menos. Acudieron amigos, viejos conocidos y algún que otro familiar; gente lectora en general y gente interesada en disfrutar de un encuentro ameno en particular. Aproveché para saludar a viejos y entrañables amigos, y me entregué a la febril tarea de firmar y estampar firmas y dedicatorias en unos cuantos libros. Nunca había tenido tanta cola esperando la inmortal rúbrica que convierta la novela TRAS EL CIELO DE URANO, en un ejemplar único. Digo. Eso me obligó a despedirme con rapidez de Carlos Malillos que me ayudó con genial talento en la presentación del susodicho pequeñuelo. Gracias a él y a todos los asistentes, que fueron muchos e importantes.
Ahora a descansar. Tengo nueva firma en La librería el Sueño de Pepa el día 18 de diciembre por la tarde. Allí nos veremos, si Dios quiere.
Os dejo con unas cuantas fotos del evento.