Gabriel tiene nombre de ángel.
Y sonrisa de cielo.
Tiene hambre de vida.
De vida y miedo.
Gabriel tiene manos frías,
el niño ha muerto,
Lo asesinó la envidia,
En un triste febrero.
Gabriel se parece a mis hijas,
y al universo entero,
de niños que nos preguntan:
¿dónde está el pequeño?
Y quieren jugar contigo,
volar con tus mismos sueños.
sonreírte en tu cumple,
bajo el sol del invierno.
Y para mi, no hay respuestas,
ni su madre consuelo.
Perdona, Gabriel. Pequeño.
Pescaíto eterno.
¡Anda, reza por nosotros!
Tú que ya estás en el cielo.
Poema de Antonio José López Serrano dedicado al pequeño Gabriel Cruz y a todos los niños desaparecidos.
12-marzo-2018