Reconozco que me enfada (por falso) el cliché estúpido sobre el medievo, de si fueron siglos de oscuridad y hierro y demás memeces impropias de gente culta. Pero es que… como acabo de leerlo en un tipo de ciencias, un presunto ilustrado de esos que les preguntas por la teoría del Todo y te acaban hablando de los inexistentes (e inventados) crímenes de la Iglesia Católica, pues vamos a responder y a quedarnos a gusto. Es mi pequeño granito de arena contra la leyenda negra que inventaron los protestantes en el siglo XVI y XVII, y que siguen cacareando los corifeos de la ignorancia contemporánea y repetitiva de lo estúpidamente correcto. Vamos allá.
En primer lugar hay que decir que el periodo medieval fue la continuación natural del mundo Romano. No hay más derrumbe ni más oscuridad medieval que la produjeron las instituciones políticas y militares romanas cuando fueron incapaces de mantener el orden político de una estructura territorial muy amplia y extensa. La cultura se mantuvo, se dispersó y se perdió ya en los siglos del imperio. El medievo (especialmente la Iglesia Romana) impidió que la pérdida cultural fuera mayor.
La excepción al derrumbe romano fue la Iglesia Católica, la única institución Romana que pervivió, y pervive, desde entonces hasta hoy. La Iglesia se convirtió en la legalidad cuando no había jueces, en la administración cuando desaparecieron los funcionarios romanos, en la continuidad cultural de unas costumbres éticas superiores a las de unos bárbaros que llegaban en oleadas y que aprendieron a escribir y a leer (en latín por cierto, la lengua romana y de la iglesia). Aprendieron a juzgar y a hacer justicia gracias a que unos romanos que se resistían a renunciar a su civilización cristiana y romana se lo enseñaron, Gentes medievales que tienen mucho que enseñarnos a nosotros hoy, presuntamente civilizados y expertos en genocidios.
Segundo. El mundo medieval es el mundo romano ruralizado que luego progresa con un avance lento pero constante. Las razones de tal vuelta al campo vinieron provocadas por culpa de la crisis económica, de las invasiones y de las agresiones externas. Pero el mundo medieval no fue más supersticioso que el mundo romano, al contrario, lo fue menos. El mundo medieval fue más civilizado que el romano, con costumbres éticas más humanas a las practicadas por los romanos. En el medievo no había esclavos (cosa que sí volvió a haber desde el oscuro Renacimiento hasta el negro siglo de la Ilustración) y se fueron culturizando amplias zonas de Europa Central gracias al esfuerzo de los monjes, de los monasterios. El Medievo no hizo todo esto en una noche, por eso su importancia para entender la decadente cultura en la que vivimos es clave. El medievo fue rural, pero eso no es sinónimo de estupidez, sino de dispersión cultural, de expansión cultural.
Tercero. En el medievo fueron conscientes de su situación en la historia, y entendieron perfectamente que las raíces de la cultura romana y cristiana eran las propias y que no convenía abandonarlas. Por eso en el medievo hubo varios renacimientos culturales, que pretendieron engrandecer el viejo imperio romano. El Renacimiento Carolingio fue el primer intento institucional de una cultura romanizada (la germánica) por extender las letras y los estudios a gran parte de la población. Lo mismo podríamos decir con el arte románico, un arte que quería imitar la grandeza de Roma, y que lo superó con creces. Su segundo gran Renacimiento vino con la Baja Edad Media, cuando recuperaron los textos del antiguo Corpus Iuris Civilis, la obra magna del Derecho Romano. Fue en el siglo XII, Ivo de Chartres, en la Universidad de Bolonia. En el medievo no hubo inmovilismo, al contrario, pretendían superarse y alcanzar la perfección social, buscaban alcanzar la trascendencia y a Dios, porque eran conscientes de su pequeñez. Sus artistas no eran estúpidos narcisistas, como los de hoy. También en eso nos superan.
Cuarto. El medievo fue aquel periodo que dio a luz a la Universidad, la más importante institución humana para la transmisión del saber y la investigación estable. La libertad en los estudios escolásticos, y la capacidad para buscar e indagar la verdad no ha tenido parangón, ni siquiera en los tiempos actuales. Entonces se dialogaba con los pensadores musulmanes, se estudiaba todo lo que había, y se hacía desde la humildad y el reconocimiento a los grandes pensadores del pasado. Gracias al medievo fue posible una institución así, dedicada al saber. Por eso fueron siglos de luz y saber aquellos escolásticos que alumbraron la historia. Solo cuando las primeras oscuridades del Renacimiento se asomaron en el siglo XIV y XV retrocedió la Universidad Medieval.
Quinto. Si algo malo podemos achacar a los medievales (quizás sea mérito) es que tuvieron complejos de su grandeza. Fueron capaces de recrear las ciudades, de inventar mejores y más modernas técnicas de roturación de la tierra, y pusieron las bases, la escuela de Oxford por ejemplo, para que luego llegara un tipo llamado Galileo o Newton y se aprovechara de sus nociones físicas. El medievo fue una luz que luego se apropiaron unos listos ilustrados, para quedarse con ella y escupir en el padre que les engendró.
Sexto. El medievo fue un periodo de mucha más libertad de cátedra que el que hoy presumen muchas Universidades. No fueron siglos de oscuridad, al contrario, se erigieron las más grandes construcciones de todos los tiempos: las catedrales mal llamadas góticas, porque su luminosidad y belleza no ha sido superada más que en puntuales ocasiones. Poco tiene que hacer el Empire State ante la Catedral de León, y solo cuando se ha querido redescubrir en el modernismo su belleza se ha logrado algo parecido (Sagrada Familia de Gaudí). La libertad que respiraron los hombres medievales solo se veía truncada en ocasiones por las ansias de poder de los que luego hicieron la modernidad: los reyes y los nobles con sus intrigas. Privilegiados que fueron menos poderosos durante los siglos precedentes de la Alta Edad Media, por estar más controlados unos con otros. Las primeras Cortes de la historia fueron medievales, y surgieron en el Reino de León para controla al Rey.
Séptimo. Durante el medievo hubo menos guerras que en los siglos modernos y contemporáneos. Y mucho menos cruentas. Mucho tiene que callar el Renaciminento, el siglo de las luces y la Revolución Industrial.
Es curioso que a pesar de haber insultado a los del gótico, los renacentistas del siglo XV no mejoraron sus técnicas arquitectónicas. Descubrieron cosas, y revolvieron una Roma que reinventaron con un ridículo plagio neorealista. Una Roma que había sido superada por el medievo volvió, y se empeñaron en retornar reinventando lo que desconocían. Por eso volvió la esclavitud, por eso aparecieron los Estados Modernos, soberbios y provincianos. El medievo les habia enseñado lo que era la globalización y grandeza de una cultura única, amplia y universal. Era la sociedad católica de cristiandad, pero prefirieron competir entre ellos. Todos contra todos. Francia contra España contra Inglaterra y contra Holanda, y luego contra Alemania, contra Estados Unidos y contra la Unión Soviética. De ahí la ruina de los siglos siguientes.
Octavo. En el medievo no hubo genocidios, a diferencia de lo que ha sucedido en la historia moderna y contemporánea; en el medievo se buscaba el equilibrio con la creación y con Dios, a diferencia de lo que sucedió en los siglos posteriores, donde la rapiña y la codicia (todo muy romano y muy poco medieval y cristiano) están acabando con los recursos del planeta. En el medievo se criticaba la usura y el préstamo con intereses, se explicaba que era lícito deponer a un gobernante injusto.
Noveno. Lo único que saben decir los papagayos que repiten lo que los detractores del medievo han dicho son bobadas sobre Inquisición y las Cruzadas.
Las Cruzadas se hicieron para proteger a los peregrinos que iban a Jerusalén, una idea llena de nobleza y sentido, pues se atendía a los pobres. Se luchaba en una tierra que había sido saqueada y desrromanizada, porque Jerusalén también fue ciudad romana y cristiana en siglos anteriores. Las exageraciones y los abusos de los cruzados no fueron menores que los de los Romanos que entraron en el año 70 d.C, y mucho más benévolos que los genocidas y asesinos de la historia moderna y contemporánea, incluidos los animales del Daesh y los bestias de los marines en Vietnam, sin ir más lejos.
Y de la Inquisición, ¿para qué hablar si no se escuchan más que mentiras de la leyenda negra que inventaron los ingleses? La Santa Inquisición fue el primer gran tribunal que incorporó garantías procesales, superando así a los tribunales romanos de antaño y a los medievales de su tiempo.
La figura del Ministerio Fiscal, y el derecho a recurrir a un tribunal superior tenemos que agradecerlas a la Inquisición. Es más, sus garantías procesales eran escrupulosas, bastante mejores que las de los tribunales civiles de entonces, y de muchos de ahora. ¿Tortura? Sus métodos de confesión eran idénticos a los que empleaban los Tribunales Civiles, y sus cárceles más humanizadas y cómodas que las anejas.
Pero es que la Inquisición ni siquiera desplegó el grueso de su actividad durante el medievo, sino durante la Edad Moderna. Tiene de medieval bastante poco, de hecho en España se puso en marcha en el oscuro Renacimiento, continuó durante la nefasta ilustración y terminó cuando el Rey decidió que podía controlar todo en el siglo XIX sin ayuda de la Iglesia. La Iglesia Romana que nos legó uno de los periodos más brillantes de la historia: el medievo.