Archivo de la etiqueta: Agustín de Foxá

Poetas asesinados y escritores olvidados en la España del siglo XX.

 

Disfrutaba el otro día con el documental sobre MIGUEL HERNÁNDEZ que reponía La 2 de Televisión Española, con motivo del centenario de su nacimiento, celebrado hace nada menos que diez años. Y me recordaba a mi mismo cómo los poetas a los que les tocó la República y la Guerra Civil han sido ensalzados u olvidados dependiendo de los bandos políticos por los que fueron asesinados. Mejor dicho, únicamente se han ensalzado a los poetas del bando perdedor, y olvidado a los del bando ganador, para desgracia de todas las letras españolas y universales. Es el patrimonio del odio, supongo.

La guerra fue una desgracia para todos los bandos y colores. Ahora se quiere repintar con el barniz de lo grueso y de la mentira, pero realmente fue una desgracia monumental y un fracaso colectivo. Los mismos poetas, que otrora fueron amigos y compañeros, se vieron empujados a dividirse y a morir por una u otra causa.

En realidad nadie tiene ganas de morir por ninguna causa, el asunto es que te pilla por medio, y siempre hay un comisario político, que para dar sentido a tu desgracia, dice que has muerto por la libertad o por la patria. En realidad murieron por nada y para nada. Murieron por culpa de una clase política detestable que engañó a las masas de una manera criminal. Una clase política que necesitaba una revolución, una guerra y que buscaba ganancia en medio del desorden público con la única intención de demostrar su valentía y arrojo. Su amor a la causa en la muerte de otros. De ahí los resultados. Cuando se juntan muchos idealistas, siempre acaba mal la cosa.

Pero en medio de todo aquella desgracia, siempre hubo una luz fraterna de misericordia y de humanidad que brilló en medio de la barbarie. Amigos del poeta, de falange, intentaron que no ejecutaran a Lorca. No lo lograron. Gracias a los contactos falangistas de Cossio se conmutó la pena de muerte a Miguel Hernández; que por desgracia murió de tuberculosis en prisión y olvidado por los dirigentes de la República que antes lo ensalzaron. Hubo gente que estuvo dispuesta a salvar a los del otro bando, pues eran amigos y poetas. Gentes con sensibilidad y sentido que lo intentaron.

El discurso oficial de la izquierda es resaltar a los poetas de la República, y olvidar a los del bando Nacional. Los hubo tan buenos en un lado u otro, pero la propaganda de Stalin y del Antifascismo ha llegado con fuerza incluso hasta nuestros días, para hacer creer a las nuevas generaciones que sólo eran buenos poetas los de izquierdas. ¿Para cuando un documental sobre Ramiro de Maeztu o sobre la muerte de Pedro Muñoz Seca? ¿Volverá a leerse a Foxá en las escuelas, uno de los mejores narradores del siglo? Me temo que no lo permitirán.

La historia ha olvidado a magníficos poetas y escritores que hubo en la derecha, especialmente en la Falange. Que han sido arrinconados por el simple delito de no ser marxistas. De hecho, es incluso difícil encontrar sus libros, pues las editoriales de izquierdas, que son la mayoría, no aprecian a sus rivales, aunque sean mejores escritores. Es la tragedia de la guerra y del olvido a sabiendas. La muerte de las letras no llegó sólo con el asesinato de esos escritores, sino con el olvido equidistante del franquismo, y el olvido malintencionado de los rencorosos.

Menciono algunos por si alguien se viera en la tentación de ver cuantos homenajes les han tributado y cuántos libros se leen de estos escritores.

Francisco Vega Ceide (Francisco De Fientosa) fue amigo de Lorca y poeta de su círculo. Murió con 24 años. Escribió en gallego y castellano, pero seguro que el BNG no lo lee ni lo conoce. Yuyu les da.

José María Hinojosa fue de la generación del 27. De esta generación sólo recordamos a los de izquierdas: Lorca, Alberti, Guillén o Aleixandre. De los de derechas no son recordados por mérito de Pablo Neruda.

Ramiro de Maeztu perteneció a la generación del 98, y fue asesinado por los milicianos descontrolados de la República. Olvidado. En cambio se ensalza mucho a Antonio Machado. Su hermano Manuel, quizás mejor poeta, tampoco es muy recordado, y es que no fue tan fiel a la República como quiso Stalin. Otro menos, todavía lo mencionan los libros de texto.

Pedro Muñoz Seca fue uno de los dramaturgos más apreciado por el público en su tiempo. Fue asesinado en Paracuellos, y quizás haya sido de los que mejor ha sobrevivido en la memoria popular. La venganza de Don Mendo está por ejecutar.

Manuel Bueno Bengoechea, dramaturgo de la generación del 98. También olvidado. Menos que Valle Inclán, que no lo pueden ningunear porque era inolvidable.

Vinculados a Falange y supervivientes de la guerra, que no de la memoria están Ernesto Giménez Caballero, Luis Santa Marina, Rafael Sánchez Mazas, Agustín de Foxá, Eugenio Montes, Antonio Tovar, Dionisio Ridruejo, Rafael García Serrano o Julián Ayesta.

Es interesante citar a algunos grandes intelectuales como Juan Ramón Jiménez, Ortega y Gasset o Dalí, que sin estar demasiado a gusto con el Franquismo, sobrevivieron con él (como la inmensa mayoría de los españoles). Unamuno es el único al que la izquierda dedica tiempo, más que nada para reinterpretarlo como un gran antifranquista y antibelicista por obra y gracia de Amenabar que sigue reinterpretando la historia a su antojo, que para eso del in.

Menciono a José María Pemán, uno de los grandes poetas y dramaturgos del siglo. Autor de ensayos y narrativa que seguramente no encontrarán en casi ninguna librería. Y así con todo.

Es una tragedia para un país el olvido de sus letras. Una vez más, la dictadura de lo correcto impone un toque de queda sobre un nutrido grupo de escritores olvidados, cuyo único delito fue ser asesinados por el bando frentepopulista y por su terrible máquina propagandista.